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cirrosis hepatica

La cirrosis hepática es el final de las enfermedades crónicas de hígado que van alterando la estructura del mismo provocando una disminución de las funciones hepáticas al producirse una fibrosis del hígado.

 Aquellas enfermedades que provocan destrucción de las células hepáticas son las que si se cronifica el proceso llevarán a la cirrosis hepática.

 

 El proceso comienza con la destrucción celular que da origen a la regeneración celular con formación de cicatrices, es decir tejido fibroso, que al continuar el proceso de forma crónica va poco a poco provocando una fibrosis mayor del hígado de forma que el tejido sano disminuye y además al endurecerse el hígado por la fibrosis va dificultando la circulación de la sangre por el hígado.

 

Estas dos alteraciones la insuficiencia hepática severa y la dificultad de la circulación en el hígado  que se traduce en un aumento de la presión venosa a nivel de la vena porta del hígado son los que van a dar los síntomas de la cirrosis hepática.

 

CAUSAS

Las mas frecuentes llegando a ser el 80% de las responsables de esta afección son el abuso de alcohol y la infección  por el virus de la hepatitis C.

 Pero hay otras muchas causas como la hepatitis B, las enfermedades colestáticas (que son aquellas que provocan alteraciones en la salida de la bilis del hígado como la cirrosis biliar primaria), enfermedades metabólicas congénitas del hígado como la hemocromatosis, por acumulo de hierro, que se manifiesta en la edad adulta, la enfermedad de Wilson, por acumulo de cobre en el hígado, por alteraciones autoinmunes, por toxicidad de algunos medicamentos, etc.

 

 Toda persona con una enfermedad crónica de hígado debe de ser vigilada puesto que el riesgo a padecer una cirrosis es mayor.

SÍNTOMAS DE LA CIRROSIS HEPÁTICA

Durante mucho tiempo no hay síntomas, mas adelante cuando la afectación hepática es mayor es cuando aparecen los primeros síntomas, cansancio sobre todo, pérdida de apetito, alguna molestia digestiva, pérdida de peso.

 Mas adelante ya van apareciendo signos y síntomas de alarma:

 

·       Ictericia, es la coloración amarillenta de la piel por no poder eliminar la bilirrubina de la sangre el hígado  enfermo.

·       Alteraciones en la piel motivados sobre todo por pequeñas alteraciones vasculares que originan como manchas vasculares en mejillas, tronco o brazos llamados telangiectasias o arañas vasculares. Las palmas de las manos se vuelven mas roja.

·        Aparición de edemas (acumulación de líquido) en las extremidades inferiores o ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) con abombamiento abdominal.

·       Tendencia a sangrar, debido a las alteraciones que se producen en el hígado que al dejar de funcionar no forma Vit K y otros factores que se emplean en la coagulación de la sangre  y al secuestro de plaquetas por parte del bazo cuando hay hipertensión portal. Estas hemorragias tanto pueden ser externas como internas a nivel del aparato digestivo. También puede sangrar por rotura de las varices esofágicas que se producen cuando hay hipertensión  portal y que es un cuadro muy grave.

·       Alteraciones de la conciencia en fases mas avanzadas de la enfermedad, se debe a la imposibilidad del hígado de eliminar productos tóxicos que van a afectar al cerebro originando insomnio, desorientación, alteraciones de la conducta etc.

·       Alteraciones de la líbido, disminuyendo el apetito sexual, puede crear amenorrea en la mujer. En el nombre es frecuente la ginecomastia (aumento del tamaño de las mamas ) que además se hacen dolorosas.

·       Adelgazamiento. Los alimentos no se aprovechan, el hígado no cumple la misión de ayudar a digerir la comida y aprovecharla. Además hay una pérdida de apetito.

 

Es importante que en esta enfermedad se haga prevención de la misma, es una enfermedad grave y que acorta la vida de las personas que lo padecen.

Así el consumo de alcohol debe ser sin abusar del mismo.

Ante una enfermedad de hígado se debe hacer un seguimiento de cómo evoluciona.

 

TRATAMIENTO

En la cirrosis hepática se trata fundamentalmente las complicaciones de la cirrosis como hemorragias, edemas o la ascitis, etc pero para la cirrosis como tal no hay tratamiento.

Se aconseja no tomar mucha sal ni demasiadas proteínas. Dar suplementos de vitaminas y minerales.

El tratamiento definitivo siempre que se pueda es el trasplante hepático.

COMPLICACIONES

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