Como oímos ? El órgano de la audición, el oído.
El oído es un órgano que se encuentra situado en el cráneo a ambos lados de la cabeza.
El oído tiene una estructura externa que capta el sonido y luego unos mecanismos para transmitir esos sonidos y llevarlos a zonas en donde mediante terminaciones nerviosas muy especiales son interpretados y nos producen la sensación que conocemos de notar o de oír los diferentes sonidos.
Veamos,
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Pabellón auditivo es la oreja, ella capta el sonido externo y estas ondas sonoras se introducen en conducto auditivo externo, llegan al tímpano que es una membrana que separa el oído externo del oído medio. El tímpano actúa como la membrana de un micrófono, vibra con arreglo a la intensidad de las ondas sonoras y transmite esas ondas a una pequeña cadena de huesos.
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La cadena de huesecillos del oído están en el oído medio y llevan los impulsos que transmite la membrana timpánica hasta el oído interno. Desde el oído medio sale un conducto que comunica esta cavidad con la faringe, es la llamada trompa de Eustaquio que sirve para ventilar el oído medio.
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En el oído interno las ondas sonoras van a estimular unas estructuras nerviosas especializadas que son las encargadas de reconocer los sonidos y mandarlos al cerebro por vía nerviosa para darnos conocimiento del sonido producido. Esta parte del oído interno es lo que se conoce por su forma como el caracol. A su lado se encuentra otra formación denominada laberinto que mediante un sistema de conductos colocados en las tres dimensiones envía estímulos al cerebelo y que tienen por misión el mantenimiento del equilibrio.
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Desde el caracol sale el nervio coclear y desde el laberinto el nervio vestibular, ambos se unen formando el nervio auditivo. Luego en el interior del cerebro se separan de nuevo.
Por tanto vemos como el sonido va desde el exterior al cerebro.
Si alguna de esas estructuras se ve afectada, la repercusión va a ser la pérdida de audición o bien la distorsión de los sonidos o en fin un anomalía en el sistema. Así en el oído externo:
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Pueden ser alteraciones de las orejas por accidente, anomalías congénitas, etc.
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Alteraciones en el conducto auditivo externo como tapones de cerumen, quistes del conducto, forúnculos en el conducto, etc que estrechan y obstruyen el conducto impidiendo la transmisión del sonido.
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Alteraciones timpánicas como callosidades, esclerosis o endurecimiento de la membrana que impide la transmisión de las ondas, etc.
En el oído medio:
Fijación de los huesecitos del oído medio, cadena osicular, que al no moverse no transmiten el sonido, es la otoesclerosis. En los casos de llenarse de mucosidad infectada o no la cavidad del oído medio también se resiente la audición.
En el oído interno:
La destrucción o alteración del oído interno, por tumores, procesos hemorrágicos o bien otras enfermedades llevan a la imposibilidad de interpretar el sonido y darlo a conocer al cerebro.
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Por último la alteración en el nervio auditivo, que va desde el oído interno al cerebro llevando la información que le ha dado el caracol para ser reconocidos los sonidos, lleva a una pérdida de la audición al no poder transmitir esa información.